Podemos hacer barcos propulsados a gas
Con menos de una década de vida el Astillero Río Paraná Sur se consolida como un referente del sector a base de trabajo e innovación. En el 2018 la empresa diversificó su producción, comenzó a fabricar barcos pesqueros y se metió de lleno en el desarrollo de embarcaciones propulsados a gas licuado. Sin embargo, no escapan a la dura realidad que atraviesan prácticamente todas las industrias argentinas.
A más de un año de la sanción de las leyes para el fomento de la Industria Naval y de la Marina Mercante, Marcos de Monte, vicepresidente de ARPS y dirigente de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN), recibió a serindustria.com.ar en las oficinas administrativa que la empresa posee en la ciudad de La Plata para dialogar sobre la actualidad del sector y los proyectos a futuro.
Pregunta: El año pasado venían trabajando en el desarrollo de barcos alimentados a Gas Licuado, ¿han avanzado
Respuesta: Es uno de nuestros grandes proyectos y creemos que va a ser el futuro de la Hidrovía -Paraná-Paraguay. Por eso seguimos trabajando bastante fuerte en eso. Hemos tenido varias reuniones con YPF para avanzar en esta dirección. Además, vemos varios motivos. Primero la normativa internacional que empieza a exigir a partir del 2020 la reducción de azufre en los combustibles. Muchos barcos de líneas marítimas internacionales van a empezar a utilizar este nuevo combustible, lo que va a significar que van a estar llegando en algún momento a la Argentina buques de transporte con GNL y vamos a tener que contar con la capacidad de abastecerlos. Por otro lado, las normativas van a ir llevando hacia ese lugar, con lo cual la Hidrovía en algún momento va a tener que ir hacia políticas limpias de transporte. A esto se suma la importancia de Vaca Muerta. Argentina tiene el segundo volumen más grande a nivel mundial comprobado de shale, entonces va a ser un combustible barato a futuro y nos va a convenir utilizarlo porque además de más barato es limpio
P: ¿Estas embarcaciones podrían realizarse en el corto plazo en el país?
R: La tecnología ya está lista, podemos hacer un barco propulsado a gas, empezar a construirlo mañana. Lo que pasa es que esto lleva de la mano el hecho de que hay que pensar estratégicamente cómo manejar el tema del combustible, fundamentalmente. Por ejemplo, si el barco se va usar para viajar de San Lorenzo a Paraguay va a tener que tener un punto medio de reabastecimiento. Entonces hay que pensar en puertos que puedan tener una planta de licuefacción para el gas y poder abastecerlos.
P: ¿Eso ya se lo han planteado a los funcionarios del Gobierno?
R: Sí, venimos avanzando con la Secretaría de Industria y por otro lado con YPF que seguramente será quien tendrá que tomar acciones en ese sentido. Creo que es el jugador más importante, porque le va a interesar el tema de la venta del gas y esto es futuro, no sólo el transporte por la Hidrovía sino también la capacidad de tener barcazas en el río para poder hacer bunkering de GNL y cargarle a cualquier barco.
P: ¿Esto sería aplicable en la flota pesquera?
R: Nosotros estuvimos en la feria Navalia en Vigo, España, y ahí se estaba hablando de empezar a utilizar el gas en barcos de pesca. El único limitante que tienen es la temperatura que tiene el GNL, que hay que utilizar tanques aislados y hay que ver en un barco de pesca que es básicamente bodega, cuanto espacio le restaría y diseñar un buque en ese sentido. Pero es totalmente realizable también.
P: ¿En la región hay otros países que están desarrollando este sistema?
R: Sé que en Paraguay lo están trabajando, hay algún proyecto de un ingeniero argentino dando vueltas desde hace tiempo. La idea nuestra es ser pioneros porque, hoy quien tenga un empujador a gas va a tener una ventaja competitiva terrible ya que baja muchísimo el costo de operación. Sería un factor que de alguna forma podría compensar ciertas asimetrías económicas con la flota paraguaya. Obviamente el día de mañana la flota paraguaya se puede abastecer de lo mismo y se eliminaría la ventaja, pero momentáneamente puede ser un impacto importante por eso estamos tan interesados en desarrollarlo.
P: A poco más de un año de la sanción de las leyes de Industria Naval y de Marina Mercante, ¿qué ha cambiado?
R: Básicamente las leyes tuvieron vetos de los artículos más importantes, con lo cual financiamiento no hubo para nada, ni fomento hacia las navieras argentinas. Estamos en un momento delicado, esto no es del último año, viene de hace por lo menos de tres años que la Hidrovía está con muy baja actividad. Debe hacer un año que no reparamos una barcaza, un empujador, por ahí un control rápido pero ninguna reparación seria. Hoy estamos reparando areneros, pero de transporte de Hidrovía que es lo que se tendría que haber fomentado, nada y para la industria lo más fuerte era el tema del financiamiento que fue justamente lo que se vetó.
P: Se habló de que habría negociaciones para compensar el veto. ¿Eso tampoco sucedió?
R: No. De hecho, nosotros hemos estado buscando financiamiento de un año para acá para todas las construcciones que tenemos. El problema es que más allá de la ley, como tal el financiamiento es inaccesible, estamos hablando de tasas arriba del 70 por ciento en pesos y arriba del 10 por ciento en dólares y para tomar una tasa en dólares hay que ser exportador con lo cual no es fácil. Te pueden dar una tasa subsidiada. Pero partiendo de un 75% ¿cuánto puede ser la tasa subsidiada? 60% bajando 15 puntos, es un montón, es imposible, pero insisto, esto no es consecuencia de que no haya salido la ley, viene siendo un proceso donde hay que buscar una solución más integral, que era lo que se buscaba. Necesitamos la Marina Mercante, que Argentina empiece a tener más líneas de bandera para fomentar el transporte por Hidrovía. Todos los años tenemos reuniones, seminarios y siempre se habla, pero se sigue transportando por camión.
P: ¿Qué pasa en la Hidrovía?
R: Han ido mejorando algunas cosas como los costos portuarios, hay inversiones, pero la verdad que en el sector nuestro todavía no se llegan a ver. Paraguay sigue dominando la flota, es muy difícil competir en reparaciones, hay mil trabas aduaneras y después los costos propios de la reparación.
P: La cuestión impositiva no cambió nada…
R: No, nada. Ese iba a ser un punto fuerte. Lo venimos viendo desde siempre pero no ha mejorado en nada. Cuando nosotros tenemos que competir, no hablo en reparación porque realmente es imposible, pero en construcción donde sí somos realmente muy productivos y competitivos contra Paraguay, nos es muy difícil por el tema impositivo que nos deja fuera de carrera.
P: A pesar de todo ustedes han construido en este último año…
R: Sí, la ley obviamente crea las condiciones, pero nosotros como empresa tenemos que movernos en el campo de juego existente y buscar las condiciones. El año pasado hicimos siete barcos, después vinieron dos más. Argentina lamentablemente es así, hay que ir buscando las condiciones, muchas veces no ayudan, pero no te podés quedar de brazos cruzados porque no te van a venir a buscar. Para este año, nos queda terminar los dos últimos barcos 990 que estamos haciendo. Esos se van a botar y empiezan a pescar en esta temporada, así que para octubre tienen que estar en el sur. Después tenemos el 20 y el 2680 que también de acá a un año los dos van a estar. El 2680 es el último que se va a estar botando, que debería estar pescando en mayo del año que viene, es un barco bastante interesante también porque junto con el “Luca Santino”, que es el último que botó el Astillero Contessi, están incorporando la tecnología de hielo líquido. Está obra se demoró un poco porque justamente querían verificar, al ser una tecnología nueva, los resultados del “Santino”. El barco ya está diseñado con la planta de generación de hielo líquido y es una innovación bastante importante.
P: A principio de año, Macri presentó un DNU renovar la flota pesquera y también circula un proyecto de ley. ¿Esto es un punto importante para reactivar la industria?
R: Eso está avanzando. Tuvimos una reunión en el Congreso por ese tema. Hay voces que defienden el DNU. También se presentó de la mano de los senadores Pino Solanas y Alfredo Luenzo un proyecto de ley, que ya venía de hace tiempo. La idea en general es que salga el DNU. Para nuestro sector el tema es defender la fabricación de barcos en el país. Estamos buscando ser competitivos contra barcos nuevos, pero tenemos que defender el tema de ingresos de barcos usados que es lo que más nocivo para la industria nacional. No podemos competir de ninguna manera con un barco que entra usado del exterior eso es lo que hay que impedir. Después. para que seamos competitivos con otros países en el tema de barcos nuevos, hay que trabajar en el tema impositivo. Confiemos que si sigue este gobierno o viene otro se empiece a mitigar eso, que es el gran problema que hoy tenemos.
Por Gabriel Ríos Malan.
Fotos y vídeo: Martín Suárez.